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Red de Áreas Pasto-Cortafuegos. Andalucía

Contexto

La gestión y conservación de los montes andaluces requiere una atención e inversión significativas, ya que los incendios forestales representan el problema ambiental que mayor preocupación genera en la sociedad de la región. 

Aunque la inversión en medios de detección y extinción ha reducido la superficie afectada, la vulnerabilidad de los montes sigue siendo alta, lo que obliga a adoptar estrategias preventivas para minimizar los riesgos.

En este marco, la Junta de Andalucía, a través del Plan INFOCA, ha apostado decididamente por las tareas preventivas, llegando a destinar el 53,6% de su presupuesto de 2007 a ellas. La utilización de ganado como herramienta de prevención, inspirada en experiencias francesas de más de veinte años, se remonta en Andalucía a 1997. Inicialmente, estas experiencias fueron impulsadas por el CSIC (Estación Experimental del Zaidín en Granada) y la Consejería de Medio Ambiente en colaboración con la Universidad de Córdoba, comenzando en la Sierra de las Nieves (Málaga). Esta colaboración interinstitucional y científica fue la base para la creación formal de la Red RAPCA en 2005.

Resumen

La singularidad de la RAPCA radica en que integra exitosamente la ganadería extensiva como un servicio remunerado para la selvicultura preventiva frente a incendios forestales. Al incorporar el pastoreo controlado en áreas estratégicas (cortafuegos y áreas cortafuegos), se provoca la discontinuidad de la masa forestal, lo que impide la propagación del fuego y reduce el material combustible. Este sistema es considerado un referente a nivel estatal e internacional.

La RAPCA se desarrolla en montes de titularidad pública de Andalucía que disponen de infraestructuras de prevención contra incendios, denominadas áreas pasto-cortafuegos. Las primeras experiencias se extendieron por provincias como Cádiz, Málaga, Granada, Jaén y Almería, ubicándose en Espacios Naturales Protegidos como Sierra de las Nieves, Sierra Nevada, Los Alcornocales y Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.

El programa ha tenido una evolución muy positiva, pasando de un solo pastor a casi 70 contratados en 2009. En 2012, la Red ya se extendía por 15.371 hectáreas de terrenos forestales, con la participación de 451 pastores y más de 200.000 cabezas de ganado menor (ovino y caprino, mayormente). En 2007, la red cubría 875,5 hectáreas en 17 montes públicos, con aproximadamente 7.000 cabezas de ganado menor. Este método revaloriza la función ecológica fundamental del manejo del monte mediterráneo.

Objetivo

Objetivo Principal 

Es la prevención de incendios forestales mediante la reducción del riesgo estructural por disminución del combustible vegetal en los montes públicos. Esta labor se centra específicamente en el mantenimiento de cortafuegos y áreas cortafuegos, garantizando su efectividad al provocar discontinuidades en las masas forestales.

 

Objetivos Secundarios

  • Conservación y Gestión del Territorio: Aprovechar la ganadería extensiva para la gestión multifuncional del monte mediterráneo y el control del rebrote de la vegetación en zonas estratégicas.
  • Apoyo Socioeconómico y Rural: Reconocer la labor del pastor como vigilante del territorio, contribuir a la viabilidad de la ganadería extensiva (especialmente ovina y caprina) y fomentar la fijación de población en el medio rural.
  • Innovación Aplicada: Integrar la investigación científica (I+D) en la gestión directa, a través del seguimiento continuo por parte del CSIC y personal técnico.

    La metodología central de la RAPCA es el Pastoreo Controlado, definido como la labor realizada por el ganado que, con una intervención reiterada a lo largo del año y bajo la vigilancia del pastor, logra la reducción del pasto y el matorral en las infraestructuras contraincendios.

    El proceso comienza con la selección de zonas en coordinación con el Centro Operativo Provincial (COP) del Plan INFOCA, priorizando áreas con alta tradición ganadera, donde el mantenimiento de cortafuegos resulta costoso por dificultad (lejanía o pedregosidad), y que cuenten con infraestructuras ganaderas básicas (apriscos o puntos de agua). 

    A continuación, se procede a la contratación de pastores. Los pastores guían activamente a su ganado menor (ovejas y cabras) en las zonas demarcadas, ya que se optó expresamente por el pastoreo guiado por personas pastoras vocacionales frente a los vallados, valorando su compromiso con la labor preventiva. La relación con las personas ganaderas se formaliza mediante contratos anuales o concesiones/autorizaciones de aprovechamientos de pastos.

    La RAPCA formalizó un procedimiento de compensación económica para las personas pastoras cuya actuación se ajustará al compromiso acordado, entendiendo que es un pago por un servicio que prestan a la sociedad y no una subvención a priori. La cantidad máxima a pagar se calcula en función de la superficie asignada y las dificultades inherentes al área (relieve, distancia del aprisco y la intensidad de rebrote de la vegetación). En Jaén, por ejemplo, se conceden lotes de pastos-cortafuegos con valores de liquidación post-RAPCA que oscilan entre 884,16 € y 26.726,51 € (datos de 2022).

    El oficio de pastor está en declive, y el reemplazo generacional es bajo, ya que no se percibe como una profesión atractiva.

    Es habitual que los pastores optimicen su gestión ganadera y pastoreen de forma irregular u ocasional en las áreas cortafuegos, limitando la eficacia del control vegetal.

    Al inicio, el sistema era novedoso en Andalucía y había pocas experiencias locales, basándose en el referente francés. Históricamente, también ha existido un "desencuentro" entre gestores forestales y ganaderos.

    La innovación reside en la integración de I+D en la gestión directa, con el apoyo científico constante del CSIC y la colaboración interdisciplinar. Además, el sistema de pago basado en la evaluación del trabajo es un incentivo clave para asegurar la efectividad del servicio. La RAPCA ha demostrado ser un sistema con bajo impacto ambiental y que resulta más barato que otros medios de prevención (como los químicos o mecánicos).

    La RAPCA ha demostrado ser un sistema de gestión del territorio valioso y una herramienta útil en la prevención de incendios. El pastoreo controlado reduce la acumulación de biomasa (vegetación potencialmente combustible) y disminuye los costes de mantenimiento de los cortafuegos. El balance es muy positivo, con un crecimiento significativo en poco menos de cuatro años, pasando de 5 zonas y 5 pastores en 2005 a 59 zonas y casi 70 pastores contratados en 2009.

    El sistema produce externalidades positivas ambientales y sociales. Contribuye a la conservación y aumento de la biodiversidad, dispersa semillas, mejora la estructura del suelo y reduce la erosión.

    En el ámbito social, la vinculación a la RAPCA ha servido para revalorizar el oficio de pastor y reconocer su valor social, devolviéndole el "orgullo por su oficio". Asimismo, promueve la corresponsabilidad de las poblaciones locales en la gestión de su entorno rural, siendo una práctica agraria ambientalmente sostenible. Además, la RAPCA se ve como una herramienta de apoyo a la ganadería, facilitando la diversificación de actividades en el medio rural.

    El programa RAPCA ha gozado de un gran reconocimiento y estima en el ámbito de la gestión del medio natural, al implicar a pastores, técnicos y científicos en un esquema de trabajo colaborativo. Una de las mayores validaciones es el reconocimiento institucional: la RAPCA fue galardonada con el premio Batefuegos de Oro 2012 en la modalidad de mejor labor preventiva. La candidatura fue presentada por el CSIC y recibió la adhesión de 16 ayuntamientos, 10 responsables técnicos de Espacios Naturales Protegidos, 9 instituciones académicas (algunas internacionales) y organizaciones agrarias.

    Esta Buena Práctica se caracteriza por tener un riguroso seguimiento técnico y científico. El equipo de investigación del CSIC fue encomendado por la Consejería de Medio Ambiente para valorar la implantación del sistema, siendo el seguimiento indispensable para el desarrollo del programa. Los seguimientos técnicos son realizados por personal técnico (como agentes de medio ambiente) mediante visitas periódicas para estimar el efecto del pastoreo, recoger información y evaluar posibles daños. A comienzos del verano, coincidiendo con la época de mayor riesgo de incendios, se realiza una evaluación detallada que determina si procede el pago, siendo la cuantía proporcional al grado de cumplimiento del servicio. Los seguimientos científicos también se llevan a cabo para estudiar factores clave como el impacto en la biodiversidad o la acumulación de combustibles.

    Tipo de entidad
    Autonómica
    Nombre entidad
    Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
    Nombre contacto
    Gabriel A. Gutierrez Tejada
    Puesto que desempeña
    Dirección General de Política Forestal y Biodiversidad
    Teléfono
    955 003400
    E-mail
    gangel.gutierrez@juntadeandalucia.es
    Nombre del monte
    Varios
    Titular
    Comunidad Autónoma de Andalucía
    Municipio
    Clasificación
    No MUP
    Zona
    Andalucía
    Municipio
    Varios
    Ámbito
    Relacionadas con la gestión forestal en sí misma
    Relacionadas con la gestión forestal y a la adaptación o mitigación al cambio climático
    Relacionadas con la mejora o conservación de la biodiversidad
    Actuaciones de mejora
    Tratamientos selvícolas
    Movilización de producto
    Prevención de incendios
    Infraestructura viaria
    Mantenimiento y mejora de la biodiversidad
    Conectividad y paisaje
    I + D + i
    Figura de protección
    Varias

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    Ultima actualización: 27/10/2025 22:32