La metodología implementada por el Gobierno de Cantabria para la eliminación de la especie exótica invasora Cortaderia selloana se enmarca rigurosamente en el Plan de Acción contra el plumero en Cantabria (2018) y se desarrolla operativamente a través del Proyecto LIFE STOP Cortaderia. Dicha estrategia prioriza la acción en los espacios protegidos costeros de la Red Natura 2000 y se guía por las pautas contenidas en el Manual de Buenas Prácticas para el control de Cortaderia selloana.
El enfoque metodológico es integral, siguiendo un patrón de actuación denominado "de fuera hacia dentro" que prioriza la erradicación de los focos pioneros y dispersos antes de abordar las grandes masas, buscando contener la expansión hacia el interior de la región.
Las acciones de erradicación física son ejecutadas por tres cuadrillas forestales formadas por personas con discapacidad de AMICA, AMPROS y SERCA. El proyecto enfatiza el uso de métodos físicos frente a los químicos. El método idóneo para la eliminación es el arranque, el cual puede ser manual o mecánico, dependiendo de la accesibilidad y el tamaño de los ejemplares.
Para los ejemplares aislados o de tamaño pequeño y mediano (menos de 1 metro), se utiliza el arranque manual con herramientas como pico, azada, pala, palote o cabrestante portátil. Es crucial que las cuadrillas eliminen la planta incluyendo la totalidad del sistema radicular y los tallos basales para evitar posibles rebrotes vegetativos. Si los ejemplares a eliminar tienen inflorescencias con semillas, el protocolo exige primero el corte de los penachos, los cuales deben ser introducidos y cerrados herméticamente en bolsas para evitar la dispersión accidental de semillas viables antes de proceder al desbroce o arranque del resto de la planta.
La metodología no concluye con la eliminación física, un criterio fundamental asumido por la gestión cántabra es que el éxito requiere la misma dedicación a la gestión de restos, la restauración del terreno y el seguimiento posterior. Tras la eliminación, es imprescindible la restauración activa mediante la revegetación con especies autóctonas, con alta densidad de plantación, para generar una rápida cobertura y sombra que dote al ecosistema de resiliencia y evite la recolonización de la planta heliófila Cortaderia. Finalmente, el seguimiento debe realizarse periódicamente, extendiéndose al menos durante tres años, para asegurar que no haya germinación de semillas ni rebrotes, lo cual es esencial para garantizar la erradicación definitiva.